Traumatología Deportiva
Las lesiones deportivas se producen como consecuencia de la práctica de alguna actividad deportiva (debido a factores como un excesivo esfuerzo muscular, una incorrecta utilización de las técnicas que el deporte requiere, caídas accidentales, entre otros) y, generalmente, afecta al aparato locomotor.
Nos especializamos en lesiones deportivas agudas, las cuales pueden producirse por efectos traumáticos por accidentes, por caídas, por golpes, etc. En estas lesiones hay un momento claro que se identifica con el origen de la lesión. Son lesiones agudas los traumatismos, los esguinces, las fracturas, las roturas de fibras musculares, por poner algunos ejemplos.
Las lesiones deportivas crónicas se producen por la repetición de los gestos deportivos o porque existe una gran utilización de una zona corporal por un mecanismo de sobrecarga. Se producen porque la repetición de los gestos tiene efectos negativos sobre la zona afectada cuando ésta no se puede recuperar adecuadamente del esfuerzo al que se la somete. Son ejemplos de lesiones las tendinitis, las fascitis, por citar algunas. Muchas veces tienen su origen en una mala planificación del entrenamiento, en la utilización de materiales inadecuados, en la realización de una mala técnica (por ejemplo el saque en el tenis) o en la presencia de algún factor predisponente (por ejemplo, una diferencia de longitud de las piernas, o la presencia de un pie plano).
Artroscapía de Rodilla
La artroscopia o meniscectomía artroscópica es una cirugía mínimamente invasiva, la que se realiza a través de pequeñas incisiones en la rodilla. Permitiendo remover, estabilizar, reparar una lesión meniscal y en casos seleccionados realizar un trasplante de menisco. Una recuperación más rápida, menos dolor y cicatrices mínimas, son las principales ventajas de la artroscopía.
Contamos con un centro de rehabilitación postcirugía, esto permite la recuperación total de la articulación, devolviendo el tono, la fuerza y la movilidad. En los deportistas este paso, previo a la recuperación total, es muy importante para lograr volver a su nivel deportivo previo a la lesión. El tipo de lesión marca cuándo hay que comenzar la rehabilitación y cómo se debe hacer, de ahí la importancia de un seguimiento personalizado de un especilista certificado. Las secuencia de ejercicios que el paciente puede realizar como parte de la rehabilitación se realizarán en supervisión de un especialista y otros en casa de acuerdo a las recomendaciones prescritas.
Tendinopatía
La tendinitis se caracteriza por el dolor y limitación funcional que se experimenta al movilizar un tendón o grupo de tendones, aunque también puede molestar en reposo. A veces se irradia a otras zonas y, si es intenso, puede llegar a provocar pérdida de fuerza en la zona afectada, e incluso dolor durante la noche. Los episodios se pueden repetir a lo largo del tiempo, es decir, mejoran y luego reaparecen, incluso sin hacer esfuerzos.
La tendinitis del hombro ocurre cuando los tendones del manguito rotador, el conjunto de músculos y tendones que ayudan al hombro a moverse y a mantenerse estable, se inflaman. Es típico en deportistas que mueven repetidamente el brazo por encima de la cabeza, como el tenis o la natación, y en trabajadores que hacen gestos similares.
La tendinitis del codo puede ocurrir en la parte interna o en la parte externa. El codo de golfista o espitrocleitis, que es cuando se inflama la parte interna, duele al flexionar la muñeca y los dedos o al girar el antebrazo y poner la palma hacia abajo. El codo de tenista o epicondilitis, se da en la parte externa y duele en los movimientos opuestos.
La tendinitis del pie se produce en el tendón de Aquiles, el más fuerte del cuerpo humano, que es el encargado de despegar el pie del suelo, permitiéndonos andar, correr o saltar. Suele aparecer en corredores, en saltadores o en mujeres que usan tacones de forma frecuente.
La tendinitis de rodilla afecta al tendón que une cuádriceps y tibia, que es el que permite a la rodilla extenderse o estirarse. Es frecuente en algunos deportes como el levantamiento de pesas, ya que sobrecarga la zona, o en el baloncesto o salto de altura, ya que se produce una desaceleración muy brusca al parar de golpe. Por esta razón, a esta dolencia se la conoce también como rodilla de saltador.
Faciopatía Plantar (Espolón)
La fascia plantar es una banda de tejido elástico muy similar al tejido tendinoso que nace en la cara plantar del hueso calcáneo y se extiende hasta la zona metatarsal, (situada delante de los dedos). Su función es dar tensión al arco plantar y proteger las estructuras profundas en la bóveda plantar.
La Faciopatía Plantar o Espolón producna dolor en la planta y talón del pie, el dolor suele ir acompañado de hinchazón leve, enrojecimiento y sensibilidad en la parte inferior del talón. La forma que tiene el cuerpo humano de reparar la herida producida al desconectarse la fascia plantar del hueso es transportar calcio a través del torrente sanguíneo a la zona lesionada. Poco a poco se acumula el calcio y se produce un depósito del mismo formando el espolón calcáneo.
La fascitis plantar se debe a la reiteración de correr unido a una mala pisada en una superficie dura y uniforme. También puede estar causada por un pie cavo, un pie vago o un exceso de curvación que provoca la inflamación de la fascitis.
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